jueves, 22 de enero de 2009

Reflexiones del mes de febrero


Uno de los aspectos que se han hecho notar de la inauguración del gobierno de Barack Obama es el referente a los representantes de distintas religiones que tuvieron participación destacada con sus oraciones alabando y dando gracias a Dios, y con sus mensajes para pedir la bendición del Todopoderoso y levantar la fe de los millones de personas que los escucharon en los Estados Unidos y el mundo. La señal del propósito de lograr amor y paz en este país y en el mundo no pudo ser más contundente. “Oh Señor, feliz el pueblo que sabe alabarte con alegría y camina alumbrado por tu luz, en tu nombre se alegra todo el tiempo y se entusiasma por tu rectitud”, (Salmos 89(88):15-16).

1 comentario:

Unknown dijo...

Cuán cierto, don Rafael. Todos exultamos de gozo compartido...con millones de personas que reconocen, como nosotros, que estamos siendo testigos de algo nuevo... El amor de Dios nos embarga. Sigamos dejándolo actuar a Su manera y en Su tiempo y ritmo. Aleluya! Dispuestos para la luchita, también compartida.