Reflexión de hoy

Salvo y sano por la muerte de Jesús en la cruz, cumpliendo tu voluntad de rescatarnos, Padre. Y con Jesucristo todo lo puedo. ¿Qué más que cumplir con tu palabra puedo hacer para agradecerte? La respuesta es: ¡nada!, porque el cumplimiento de tus mandamientos es el sumo beneficio para el cumplidor, lo único que a Ti de complace, después de salvarnos y sanarnos.

Reflexión de hoy

Creo en que Tú, Padre, pusiste nuestros pecados y nuestras enfermedades sobre Jesucristo para que nosotros seamos salvos y sanos. Gracias, en el nombre del propio Jesús.

Reflexión de hoy

“Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien”, (Marcos 16:17/18). Gracias, Padre, en el nombre de Jesús, por entregarnos todo tu poder a cambio de una sola condición: creer. Creo, Padre.

Reflexión de hoy

Gracias, en el nombre de Jesucristo, Padre, por el alimento extraordinario de La Palabra, y por las explicaciones de la misma que ahora recibo de múltiples fuentes que me ayudan a optimizar mi comprensión.

Reflexión de hoy

Los sentimientos, buenos o malos, son ingobernables. Y sólo tienen un propósito: manifestarse, lo que constituye su esencia, su razón de ser, lo que convierte en vano cualquier propósito de retenerlos ocultos. En el nombre de Jesús, Padre, te doy las gracias por darme la información.

Reflexión de hoy

Padre, no permita extravíos ni dilación ninguna en esta parte del camino. Mantenme en tu ruta y avanzando sin detenerme. Gracias en el nombre de Jesús.