Reflexión de hoy

A mí me place, y la gloria es tuya, cada vez que veo claro un punto que estaba nebuloso en mi mente. Darme la oportunidad de dirigirme a ti diariamente, Padre, es el mayor regalo recibido en mi vida. Gracias, en nombre de Jesús.

Reflexión de hoy

Todo ha empezado a ir bien, Padre. Ahora, en nombre de Jesucristo, te pido librarme de distracciones que entorpezcan la buena marcha del cambio pautado por ti en mí. Gracias por complacerme.

Reflexión de hoy

Padre, el propósito es claro y la decisión está hecha: fundar todos mis actos en tu amor, tu sabiduría, tu justicia y tu poder. Pido tu intervención, Jesús, para que nada ni nadie me impida alcanzar la alegría de vivir de acuerdo con los mandatos divinos.

Reflexión de hoy

Gracias, Padre. Real y efectivamente el cambio para mi bien tú acabas de realizarlo. Dame lo necesario para cumplir con tu pauta, lo cual quiero hacer sin fallas.

Reflexión de hoy

Padre, gracias, por hacerme saber que la oración es como un arado que voltea la mente y hace que de ella brote amor, felicidad, sabiduría, justicia, energía y poder. Oro por la presencia de Jesús en mi corazón y para que permanezca ahí por siempre.

Reflexión de hoy

Mi bien ha sido creado por ti, lo tengo y lo uso. Gracias, Padre.

Reflexión de hoy

Es reconfortante saber que por tu gracia soy un superviviente de mis malas decisiones, de mis malos hábitos. De la misma manera, me reconforta saber que el significado de la palabra superviviente no se limita a “permanecer, seguir con vida”, pues tiene uno más amplio y completo “vivir por todo lo alto”. Gracias, en nombre de Jesús, por hacerme saber estas cosas, Padre.