sábado, 31 de marzo de 2012

Reflexión de hoy

Gracias, en el nombre de Jesús, Padre, porque en esta etapa de mi vida cada vez que despierto en un día lluvioso y nublado, como el de hoy, ya no me desentono. Y, mejor que eso, mi fe se afirma. No tener ni la menor duda de que el sol volverá a brillar en cualquier momento resulta ser una lección contundente sobre como es que debo confiar en que Tú siempre cumples tu palabra.

viernes, 30 de marzo de 2012

Reflexión de hoy

En la medida que consigo mi paz interior se calma la tempestad exterior. La confianza espiritual siempre superará el razonamiento lógico. Por obligación, tiene que ser así; porque el Espíritu es perfecto: jamás se equivoca, jamás daña y jamás puede ser dañado. Gracias, Padre, en el nombre de Jesús, por ser mi aliento de vida.

jueves, 29 de marzo de 2012

Reflexión de hoy


Hoy me siento muy bien, Padre. Y Tú eres el causante absoluto de mi bienestar. Te doy gracias desde lo más profundo de mi ser, en el nombre de Jesús, quien vive, reina e intercede por nosotros.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Reflexión de hoy


Si me preguntaran sobre de qué he vivido en los últimos años, con toda certeza respondería que de darte gracias, en nombre de Jesús, Padre.

martes, 27 de marzo de 2012

Reflexión de hoy


Gracias, Padre, por este nuevo día, una nueva esperanza. Gracias, en el nombre de Jesús, por darme la certeza de que las súbitas molestias físicas de anoche son pasajeras.

lunes, 26 de marzo de 2012

Reflexión de hoy

Gracias, Padre, porque me das el deseo de darte gracias, en el nombre de Jesús. Sé que en estado de agradecimiento es como puedo sentir tu presencia.

domingo, 25 de marzo de 2012

Reflexión de hoy


Tú, Padre, siempre llegas a tiempo con algo bueno para mí, en mis momentos de apremio o peligro. Gracias, en el nombre de Jesús.

sábado, 24 de marzo de 2012

Reflexión de hoy


Quiero honrarte siempre, Padre. Te invoco en el día de angustia para que liberes a mi familia y a mí de los pesares que arrastramos. Danos el amor y la alegría para cumplir con tus votos y ofrecerte sacrificios de acción de gracias, en el nombre de Jesús, como manda tu palabra en Salmos 50:14.