sábado, 31 de enero de 2009

Reflexión de hoy


El amor a Dios, además de alcanzarlo y sentirlo, hay que motivarlo, entusiasmarlo, cuidarlo, abonarlo, mimarlo, abrazarlo, atesorarlo, trabajarlo, ejercerlo, accionarlo, practicarlo, exponerlo, expresarlo, manifestarlo, hablarlo, decirlo, informarlo, divulgarlo, pregonarlo, comentarlo, recomendarlo, regalarlo, entregarlo, darlo, regarlo, esparcirlo, derramarlo, vivirlo, disfrutarlo, gozarlo… ¡con pasión!, hasta convertirlo en el generador de todos nuestros actos. Para que no demos un paso, no digamos una palabra, ni siquiera admitamos un pensamiento que no esté inspirado por el amor a Dios.

1 comentario:

Unknown dijo...

Te lo conceda el Señor...y a mí también, a pesar de lo mucho de desbarro este barro!