Reflexión de hoy

Padre, estoy árido hoy. Riégame, en nombre de Jesús te lo pido.

Reflexión de hoy

Padre, hasta que lo consiga, no me cansaré de pedirte el privilegio de que yo pueda cumplir con tu voluntad. Dame los dones que necesito para alcanzar ese propósito, que deseo que sea el propósito que Tú tienes asignado para mí.

Reflexión de hoy

Padre, en la medida que adquiero conocimientos sobre Ti, mis dudas me inmutan menos, pues sé que voy a despejarlas con la ayuda que hoy te pido en nombre de Jesús. Hago mío el salmo 119:125, en el cual nos dice: “Tu siervo soy yo, dame entendimiento para que sepa Tus testimonios”.

Reflexión de hoy

Gracias, Padre, por darme paz y el control de mis actos.

Reflexión de hoy

Padre, en nombre de Jesús, exactamente esto te pido: quítame “toda amargura, enojo, ira, gritos, insultos, así como toda malicia”, lo mismo que te invocó Pablo para los efesios. Quiero perdonar y ser perdonado. Haz que resplandezca Tu gracia en mí en todo momento. Que no dé un paso yo sin sentir Tu presencia.

Reflexión de hoy

Padre, mientras más observo y pienso en Tu obra menos crédito doy a esos científicos que sostienen que la vida en el planeta se generó de un caos que se organizó espontáneamente. La tesis no puede ser más paradójica, puesto que la ciencia conoce que la tierra gira en la órbita exacta para no terminar calcinada por el sol, y de éste se vale para no convertirse en una bola helada. Si la tierra variara algunos grados en su giro la vida no sería posible en la misma.

Reflexión de hoy

Padre, radiante y hermosa mañana ésta con la cual despertaste hoy a New York. El sol brilla más que nunca, después de permanecer oculto por las nubes ayer. Así brillará mi espíritu cuando Tú lo libres del velo que nubla mi entendimiento.

Reflexión de hoy

Padre, así como la lluvia cae en esta mañana sobre la ciudad y la higieniza, al mismo tiempo que lleva nutrientes a la tierra, derrama en mi corazón Tus palabras para que higienicen mi mente y den brillantez a mis pensamientos y propósitos. Así como estoy seguro de que el sol brillará de nuevo en cualquier momento, quiero sentirme confiado de que resplandecerá Tu luz en mí.

Reflexión de hoy

Gracias, Padre, por permitirme disfrutar esta mañana de los colores con que el otoño empieza a teñir el follaje de los árboles para tejer la alfombra sobre la cual correrá el invierno por el bosque. Gracias, Padre, porque también Tú permites que disfrute de maravillas hechas por humanos. Padre, inspira a todos tus hijos a recibir la mañana impregnándose de la placidez y de la energía divinas que da observar y bendecir tu obra, en nombre de Jesús te lo pido, porque inspirados por Ti haremos que el mundo sea mejor.

Reflexión de hoy

Padre estoy consciente de que lo único que no puedo pedirte es evitarme la muerte física, pues está dicho con claridad absoluta que del polvo venimos y al polvo regresaremos, además de que Tú tienes para Tus hijos que te buscamos por medio de Jesús un propósito mejor que supera todo lo conocido en el orden terrenal. Lo que te pido hoy, en nombre de Jesús, es que me dé lo que necesito para llevar una vida equilibrada y dedicada a complacerte.

Reflexión de hoy

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, tolo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay alguna virtud, si alguna alabanza, en esto ejercitaos”. Padre, ayúdame a poner en práctica ese divino consejo dado por Pablo a los filipenses, en nombre de Jesús te lo pido.

Reflexión de hoy

Padre, de nuevo de te doy las gracias por proveerme con lo necesario para pasar un período de asueto junto a mis familiares y amistades. Sólo por tu providencia es posible para mí hacer todo lo que hago. Te alabo por Tu amor eterno y, en nombre de Jesús, te pido bendiciones para ofrecerte bendiciones.

Reflexión de hoy

Gracias, Padre, por este período que me permites pasar con mis familiares y amistades, aunque no dispongo de la facilidad para comunicarme contigo por este me dio como lo hago habitualmente, lo que hace que la felicidad no sea completa.

Reflexión de hoy

Es cómodo, Padre, meditar y confesarse Contigo. Consciente de que Tú conoces todo lo hecho por mí, lo que voy a hacer y eres disposición permanente al perdón. Hablo contigo sin cortapisa, me desahogo y encuentro paz, también consuelo cuando lo necesito. Nadie como Tú para entenderme, amarme y protegerme, por ello te pido que a través de Jesús mi voluntad sea dominada.

Reflexión de hoy

Padre, te doy gracias. Espero que esto que Tú conoces que está ocurriendo en mí sea una alabanza para Ti al decírtelo. Cada día me maravillo con las respuestas que Tú da a mis viejas interrogantes, con las aclaraciones a mis dudas que me llegan de muy diversas maneras desde que enfoqué mi voluntad para encontrarme con Jesús.

Reflexión de hoy

Padre, no se mueve una hoja de un árbol sin Tu voluntad, lo sé. Pero también sé que Tú decidiste no manipular mi voluntad, y la mía siempre ha sido floja, variable. Tengo la voluntad de seguir a Jesús, y por eso te pido que aunque sea esta vez intervengas para tornarla fuerte, indoblegable.

Reflexión de hoy

Padre, me siento preparado para recibir la manifestación de Jesús en mí que te pedí. Y hago lo mejor que puedo hacer: esperar con fe y actuar con la certeza de que he sido complacido. Pensar en las palabras y reflexiones que Tú me has proveído, atendiendo a peticiones que te hice, me da la seguridad de que también me has dado el bien mayor.

Reflexión de hoy

Gracias, Padre, porque ahora reparo en asuntos que siempre fueron desapercibidos para mis intereses. Por ejemplo: veo el cuidado puesto por Ti en el cálculo del cuerpo humano para con su diseño beneficiarnos al máximo, dándonos por pares los órganos más importantes: piernas, brazos, ojos y oídos. Alabo tu sabiduría al dotarnos de una sola lengua, consciente de que podíamos convertirla en un arma poderosa, en el castigo de nuestro cuerpo.

Reflexión de hoy

¡Qué privilegiado he sido de que Tú, Padre, nunca te has olvidado de mí! Al mirar hacia atrás, como pase de revista a lo vivido y buscando Tu perdón por mis hechos, recontando las épocas durante las cuales caminé al borde de múltiples precipicios complaciéndome en el alcohol, hoy veo, con la luz que a través de Jesús me provees, que los “miedos” que me asaltaron en momentos en que pude dar un paso fatal en realidad eran tus riendas para controlarme.