Reflexión de hoy

No desesperarse cuando las cosas no parecen ir bien, aunque a diario entregamos nuestras acciones a Dios, y mucho menos fijarse en que les va “bien” a personas blasfemas e irrespetuosas ante el Padre son premisas que debemos fijar en nuestra mente una vez que hemos establecido el propósito de nuestra vida. Toda visión excelsa requiere de entrega de tiempo y sacrificio real para lograrla. Continuemos tras el objetivo sin dudar, y lo lograremos. “Tú espera, aunque parezca tardar, pues llegará en el momento preciso”, Habacuc 2:3.

Reflexión de hoy

Como hijos legítimos de Dios, nuestro ADN espiritual contiene el poder y el saber del Padre. Es conveniente tener en mente eso cada día, para que nos ocupemos de desarrollar nuestras potencialidades, que en el plano de la espiritualidad no conocen fronteras ni límite de tiempo. Es importante, pues, que nos acostumbremos a seccionar nuestro cotidiano intercambio social para hablar con el Padre, una o más veces todos los días, y recibir su instrucción para usar nuestro Espíritu.

Reflexión de hoy

Una vez que, con la ayuda del Padre, fijemos el rumbo hacia donde nos dirigiremos en la vida, avancemos confiados, sin prisa, pero sin detenernos. Centremos el pensamiento en que Dios no nos dejará perdidos a mitad del camino que escogimos junto a él, además de que nos suplirá de la energía necesaria para llegar a nuestra más alta cumbre, que es la espiritual.

Reflexión de hoy

Padre, ven en mi ayuda. Tú conoces mis necesidades; líbrame de ellas, una vez más. No hay que dar muchas vueltas, dicho con toda la fe, la respuesta al llamado no se hará esperar. A Dios le agradan nuestras peticiones y le complace dar su ayuda al hijo en problemas. Si nosotros somos capaces, sin pensarlo dos veces, de reaccionar e ir en ayuda de alguien que hizo un llamado de auxilio intempestivo, no debemos dudar de la reacción inmediata del Padre ante el hijo que clama.

Reflexión de hoy

Se puede escoger entre vivir cada día como si fuera el primero del resto de nuestra vida o como si fuera el último. Los resultados de pensar de cualquiera de las dos maneras son muy similares, pues nos libraremos de arrastrar pesos del pasado y no nos inquietará el futuro. Centrémonos en el día de hoy para dar lo mejor que tenemos en cualquier actividad en la cual participemos. La idea de vivirlo como si fuera el último es genial, porque implica que cada día estaremos pidiendo perdón y perdonando, amando, procurando gozos, cumpliendo tareas y propósitos sin pensar en el después.

Reflexión de hoy

Si con humildad alcanzaste una posición en la cual te sientes regocijado, satisfecho a tal punto de que puedes proclamar orgulloso que has triunfado en la vida, empiezas a cuidarte para no permitir que venga la soberbia a apoderarse de tu logro, a desplazarte y hacerte caer en un abismo del cual ningún soberbio sale, porque no tiene la gracia de Dios. La soberbia es un pecado capital, no lo olvides.

Reflexión de hoy

Que desborde el manantial de nuestra energía debe ser la primera petición del día a Dios, para que podamos afrontar animados, resolutos, todas las situaciones que se presenten, llenos de confianza, con la decisión y la firmeza que dan el conocimiento de que nuestras acciones son el producto de la conducción que hemos pedido al Padre, nuestra fuente de poder divino.

Reflexión de hoy

Jamás debemos decir “estoy cansado de pedirle a Dios”, porque eso indica una mayúscula falta de fe, y es la falta de fe nuestro mayor y más grave problema. Si no tenemos fe en nuestro Padre, no tenemos fe en nosotros mismos, y sin fe la vida prácticamente se detiene. La fe es nuestro combustible. Pidamos a cada momento al Padre, porque la petición constituye un ejercicio de fe. “Dios, conduce esta conversación que voy a tener ahora”, “Padre, protege a mi familia y amistades”, “Señor, dame Paz”… Pidámosle a Él sin medida y así será nuestra fe.

Reflexión de hoy

Si aprendemos a ver los momentos de presión como oportunidades para dar el extra, para usar nuestras reservas que han permanecido ociosas, terminaremos dando gracias a Dios porque nos permite renovarnos y conocer todo el potencial con el cual nos dotó para que funcionemos exactamente con la dinámica del universo, que es de movimiento y creación constante.

Reflexión de hoy

Tiempos hay en los cuales las pérdidas lucen mucho mayores que las ganancias. Digo lucen porque las pérdidas siempre se relacionan con asuntos materiales, que nunca serán gran cosa comparadas con nuestro capital eterno: el Espíritu. En momentos de pérdidas conviene recordar que “si actúas con pureza y rectitud, Él (Dios) velará por ti, y te dará el hogar que justamente mereces”, (Job, 8:6)

Reflexión de hoy

Ilumina, Padre, a todas las personas con las cuales entre en contacto, pues así nunca estaré en la oscuridad. Dale salud a todo aquel a quien voy a ver, pues así recibo palabras de alguien entusiasmado y lleno de alegría. Libra de las preocupaciones a quienes hablarán conmigo, pues así serán transmisores de mensajes esperanzadores y estimulantes. Ayúdame a intercambiar con infinidad de gente.

Reflexión de hoy

Cuando la niñez regía nuestra mente, el domingo siempre fue el día más esperado de la semana. Iniciaba con la temprana visita a la iglesia, donde la solemnidad hacía acto de presencia, y el resto era diversión. No había un niño que no esperara entusiasmado por algo especial de sus padres cada domingo, y los padres se programaban para hacer del día uno de gozo para la familia. Hoy sabemos que nuestro Padre siempre nos tiene algo especial cada día, pero el regocijo será extraordinario si actuamos este domingo con el entusiasmo del niño que fuimos frente a lo que Dios nos ofrece.

Reflexión de hoy

Así como hay palabras que debemos eliminar de nuestro vocabulario hay otras que debemos usar en cualquier circunstancia. Una de ellas, la principal, es bendecir, en todas sus acepciones. Dar bendiciones al Padre por lo que nos da y nos quita, pedir bendiciones a Dios por y para todos los que de alguna manera influyen en nosotros o nosotros influimos sobre ellos es un ejercicio de vida regocijante y gratificador. Bendecir es la clave para alcanzar la fe y el amor en su nivel más puro.

Reflexión de hoy

Existen palabras cuyo uso debemos restringir a la mínima expresión e ideal sería eliminarlas por completo de nuestro vocabulario. Una de ellas es dolor, que rara vez suena en las conversaciones de los jóvenes, pero, en cambio, se repite de manera extraordinaria en los diálogos entre adultos que envejecen. Sabemos que los jóvenes padecen dolores, pero no se reúnen para hablar de ellos y tienen confianza en que sus padres darán con el médico que los librará de los mismos. Hagamos como los jóvenes, confiemos en el Padre. No hablemos de dolor, y la mejoría es segura.

Reflexión de hoy

Por difícil y angustiante que parezca, no hay situación que no cambie para gozo en un instante cuando escuchamos palabras que provienen del Padre. La Biblia está llena de las curaciones que realizó Jesús pronunciando palabras en nombre de Dios. Y hoy podemos ver situaciones milagrosas cada día, porque ¿acaso no es un milagro la placidez y serenidad puras que produce la alegría con que finalmente estallan la angustia y los dolores de una madre al parir? ¿Y qué decir del niño que arrasado en llanto se calma o ríe al escuchar una palabra de aliento? Son milagros.

Reflexión de hoy

Son bienaventuradas y muy especiales aquellas personas que no esperaron un colapso en su vida para buscar el camino de regreso al Padre. Pero son muy dichosos quienes, aún después de haber caído, tal vez más de una vez, y ya muy enfermos, tienen tiempo para acercarse a Dios antes de dejar definitivamente el plano terrenal. Demos gracias por los unos y los otros que orientan sus pasos por los caminos que conducen al perdón y al amor infinitos.

Reflexión de hoy

Alégrate si al despertar llueve con fuerza; es la mejor señal de que al salir a la calle tus pulmones se llenarán de aire limpio. Y prepárate para disfrutar del espectáculo del sol cuando emerja tras el paso de las nubes para convertir en brillantes perlas las gotas recogidas por las hojas y la hierva. Esas son de las maravillas del Padre para deleitarnos a todos sus hijos. La naturaleza es un espectáculo del cual podemos y debemos disfrutar en todos sus actos.

Reflexión de hoy

Recibe mi alabanza, Padre, por la perfección de tu obra, que me llena del único orgullo que no lastima a ninguno de mis hermanos, porque es el orgullo de saber que todo lo que has hecho es para el disfrute de todos nosotros. Al agradecerte por los bienes otorgados a la humanidad toda, siento el placer y la seguridad porque pensaste en todos nosotros, tus hijos, y que con abundancia inagotable nos provee de lo necesario para vivir bien a tu lado.

Reflexión de hoy

El sosiego, la alegría y la paz son estados que todos podemos alcanzar, porque los medios para alcanzarlos son la fe, la esperanza y la armonía, y todavía no ha nacido un humano sin la capacidad para obtener esas virtudes. Podemos lograr que el sosiego de la fe, la alegría de la esperanza y la paz de la armonía sean prendas inherentes a nuestra personalidad, así como a diario vestimos el cuerpo con la ropa de nuestra preferencia.

Reflexión de hoy

Señor, gracias, porque cada mañana me llenas de Gracia al darte gracias porque puedo ver el vuelo de un ave y escuchar su canto, tocar las plantas y disfrutar aromas, saborear el agua y orar. Es el festejo de los sentidos que al llegar la mañana advierten tu presencia en todo. Te alabo y te alabaré siempre, Padre, porque ya te entendí y sé cómo debo empezar a vivir cada día. Ahora, enséñame a permanecer festejando -en cualquier lugar- hasta la hora de acostarme.

Reflexión de hoy

No hay que preocuparse si quienes se consideran sabios tildan de tonterías lo que decimos al referirnos a Dios. Esos sabios también consideran tonterías los escritos bíblicos. Si la búsqueda de la espiritualidad hace que nos consideren tontos como niños no debe constituir afrenta para nosotros. Al contrario, debe alborozarnos, porque Jesús dijo a sus discípulos: “les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de Dios”, Mateo 18:2

Reflexión de hoy

La oración es el combustible que pone en funcionamiento el Espíritu, pues nos llena de la Gracia Divina. Con conciencia de ello, debemos a diario detenernos para orar con Dios, preferiblemente, antes de iniciar las tareas del día. Y mucho mejor será si tomamos minutitos para orar en otros momentos, porque así nunca nos faltará la energía de la Gracia. Detente a orar, como detienes el vehículo para ponerle gasolina, porque sabes que sin combustible no va a ningún lado.

Reflexión de hoy

Actuemos bien, sin que nos preocupe si seremos recompensados por nuestros congéneres, porque cada buena actuación tiene una recompensa mayor, que es la Divina. Dios no deja obra alguna sin su correspondiente paga, que la hace por adelantado. De esto pueden dar fe los insectos, avecillas y otras especies que se alimentan del néctar de las flores y luego cumplen la tarea de la polinización y, ni hablar, también nosotros podemos dar fe, pues cuando nos decidimos por actuar bien el Padre da lo necesario para poder hacerlo.

Reflexión de hoy

Aaah… La felicidad. Es extraordinaria cuando viene a nosotros espontáneamente, en lo que llamamos un “golpe de suerte”, entre comillas porque si nos podemos a ver los “golpes de suerte” se corresponden con peticiones hechas en nuestro tiempo que Dios complace en el suyo. Pero igualmente extraordinaria es, vale tenerlo siempre presente, la felicidad producto de las pequeñas decisiones que tomamos a diario entre amar u odiar, reir o llorar, entre alabar o lamentar, entre orar o blasfemar, entre contemplar o ignorar, entre bendecir o maldecir… Las decisiones son infinitas.

Reflexión de hoy

¡GRACIAS, PADRE! Es lo único que sale de mi hoy, y es lo mejor, tras la llegada al mundo esta madrugada de Gabriel Alfonso, mi nieto. Para él esta oración de protección: "Señor Jesús, mi buen Jesús, cúbrelo con tu preciosa y divina sangre, y llénalo con tu poderoso y santo Espíritu para que nada ni nadie que no sea tú pueda tocarlo". Y, en nombre de él, la misma petición a Jesús para todo el mundo. Gracias, Padre, por que me has escuchado.

Reflexión de hoy

Estar en la cercanía del Padre (en oración callada) equivale a sentirnos protegidos y a alcanzar la serenidad que nos permite ver todo en su justa perspectiva. La serenidad es poder en su grado máximo, con el cual podemos renovarnos y recuperar la energía para dar plenitud a la vida. La serenidad es el valor, y nuestro mayor valor, pues sólo cuando estamos serenos podemos empezar a sentir la bendición de Dios.

Reflexión de hoy

No hay sed que Dios no pueda saciar.

No hay apetito que Dios no pueda satisfacer.

No hay necesidad que Dios no pueda solventar.

No hay mal que Dios no pueda curar.

No hay deseo que Dios no pueda cumplir.

Si Dios sacia, satisface, solventa, cura y cumple es ser tonto alejarse de su presencia.

Reflexión de hoy

Por la manera como están conduciendo el mundo, es claro que los líderes que lo gobiernan no han leído el libro de Lamentaciones, el cual recoge en cinco poemas el sufrimiento desgarrador de toda su gente tras la destrucción de la soberbia Jerusalén. La prensa que tiene acceso a ellos haría un gran trabajo si los cuestionara sobre Lamentaciones y otros libros de la Biblia, la cual usan para jurar hacer un buen mandato. Nosotros haríamos un gran trabajo si llevamos al ánimo de los periodistas que cuestionen a los mandatarios sobre la biblia en cada oportunidad, pues sería la manera de hacer que éstos recuerden que sobre ellos está el verdadero Poder, al cual tendrán que rendir cuentas, inevitablemente, más adelante.

Reflexión de hoy

Amor, bondad, sabiduría y salud conforman el paquete completo de la gracia de Dios. Todos nuestros esfuerzos deben encaminarse a conseguir ese paquete divino. Con la gracia de Dios triunfamos cuando aparentemente estamos derrotados. Con la gracia de Dios salimos del círculo de vergüenza y miedo que produce la carencia. Con la gracia de Dios la alegría llega a desalojar a la tristeza. La gracia de Dios es plenitud, trabajemos por y para ella.

Reflexión de hoy

Hasta hace unos días, siempre colocaba mis iniciales RC al final de la reflexión, para hacer viso de propiedad, lo que sin duda es pura vanidad subyacente. Tremenda paradoja en una persona que desea acercarse a Dios, porque Él no hace causa común con la vanidad. Dejé de hacerlo, uno va descubriendo cositas, y me siento muy bien al abandonar la pretensión de hacer mío algo que en realidad no lo es, porque no he inventado la primera palabra, y mucho menos los conceptos expresados, que flotan en el ambiente desde que el mundo es mundo para que todo el que salga en su búsqueda los encuentre.

Reflexión de hoy

Atarse a Dios es libertad absoluta. Mientras más fuerte es el amarre, más libre y sin temor se avanza por el camino de esta vida. Hasta el temor a la muerte física desaparece, porque hay certeza de que lo que ésta significa es el regreso del Espíritu a la Fuente Universal Divina. Atemos con fuerza nuestros lazos.