sábado, 17 de enero de 2009

Reflexión de hoy


De Buena Siembra.com recogí esta belleza: “amar es la más perfecta oración”. La definición indica que, aún siendo muy tímidos y cortos de palabras, podemos orar de manera perfecta con el Padre. El concepto es irrebatible, porque ¿qué tú prefieres, que te amen o que te hablen? La respuesta es obvia, pues las palabras nunca igualarán al amor. Amemos a Dios en intimidad de Espíritu y en la representación de su semejanza que es cada persona y seremos orantes perfectos. La definición citada arriba no es la integridad del amor, pero si una inspiración por amor, una forma de amar de quien entregó el magnífico acierto. Así que oremos amando... y hablando, porque aquí sí que lo que abunda no daña.

1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias, Rafa, de corazón. Cualquier comentario sobraría.
Bendiciones en ese amar.