Renovación

La vida en la tierra comienza cada mañana al despertar. Mejor es decir que se renueva después de cada sueño… y terminará en un sueño. Gracias, en el nombre de Jesús, por la renovación de hoy, Padre.

El espíritu y el ser

En esto pienso: Tú nos diste el espíritu, Padre, para que con él construyéramos nuestro ser, con libre albedrío, bajo la cubierta de la carne. Espíritu y ser pasarán a la eternidad, juntos o separados. Y es opción nuestra determinar si seguirán unidos por siempre.

Bien entusiasmado

Ayúdame, Jesús, a reacomodar mi carga en este tramo del camino que se ha tornado difícil. Quiero terminar bien y con entusiasmo mi jornada terrenal. En ti confío, gracias.

No hay final espiritual

Lo espiritual no tiene final. El conocimiento de ello fue lo que le dio pie a Pablo para afirmar “lo que sufrimos en esta vida es cosa ligera, que pronto pasa; pero nos trae como resultado una gloria eterna mucho más grande y abundante”. Él conocía perfectamente que la desmaterialización terrenal no es muerte para siempre.

Inspiración y ayuda

Necesito mejorar mi capacidad de comunicación, y quiero hacerlo con tu inspiración y ayuda, Jesús. Gracias por escucharme y ayudarme.

Ofensa y perdón

Me alegro, Jesús, cuando vuelves a ponerme en contacto con reflexiones como la siguiente: independientemente del contenido verdadero o falso de una ofensa, ésta sólo puede afectarme si el perdón no hace cupo en mi mente.