Reflexión de hoy

Padre, espero que Tú me tengas reservados los momentos estelares de mi vida para vivirlos al lado de Jesús, a partir de este año que termina hoy. Tu gracia es todo lo que necesito para alcanzar la renovación y plenitud de mi vida. Gracias, en nombre de Jesús, por complacer mi deseo.

Reflexión de hoy

Padre, esta es mi petición cumbre de 2010. Elimina por completo en mí los asaltos de incertidumbre y el deseo de ser perfecto que suelen sorprenderme y desviar mi atención cada vez que voy a emprender algo nuevo. Tú conoces perfectamente a lo que me refiero, en nombre de Jesús te pido ayuda para empezar a hacer sin angustiarme por ningún otro juicio que no sea el tuyo. Gracias por complacerme, en nombre de Jesús.

Reflexión de hoy

Padre, me preparo para la celebración del año nuevo como nunca antes lo hice en mi vida. Te doy gracias, en nombre de Jesús, por mi nueva forma de pensar y valorar todo lo que ocurre en mi entorno.

Reflexión de hoy

Próxima a cerrarse la primera década del siglo 21, debo darte gracias porque desde mediado de la misma siempre ha ido en aumento mi necesidad de acercarme a ti y a Jesús.

Reflexión de hoy

Padre, de nuevo te lo digo y espero sentir una y otra vez el deseo, la felicidad de darte gracias, en nombre de Jesús, por la fe y la sabiduría con que Tú vas llenando mi vida. Fe y sabiduría que han despejado mis viejos miedos y me han dado libertad. Hoy sólo estoy atado al saludable temor a faltarte. Gracias otra vez.

Reflexión de hoy

Padre, Tú generas las circunstancias que propician los cambios, las transformaciones que dan vigencia al espíritu. Qué bueno es tener esa certeza, porque es la ratificación de que todo obra para bien, concepto básico para no desmayar en la fe. Gracias en nombre de Jesús.