En cada abrazo que tú des esta noche de recibo de 2009 entrega la paz y la armonía que tienes dentro de ti. Entrégala sin medida, en abundancia, no te preocupes por cantidad, pues una vez que empiece a fluir se hará inagotable, porque Jesús la multiplicará -como hizo con los panes y los peces- en cada abrazo que tú recibas de vuelta. El resto será disfrutar de la prosperidad espiritual instantánea que se sentirá, la cual es propia de todo ambiente cargado de paz y armonía. Logremos que la paz y la armonía dejen de ser palabras y se conviertan en arraigados sentimientos en cada uno de nosotros.
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