martes, 9 de diciembre de 2008

Reflexión de hoy


Este año propondré hacer algo especial a los familiares y amigos con los cuales celebraremos la Nochebuena, para sentir la presencia de Jesús a lo largo de toda la celebración, y no sólo en el momento en que solemos pedirle su bendición para todos los asistentes y para los manjares que disfrutaremos. Al iniciar la fiesta, me pondré de acuerdo con los presentes para que le asignemos ante la mesa una silla exclusiva para Él. Puedo imaginarme que con cada mirada hacia el asiento de Jesús nos sentiremos dichosos y muy bien acompañados. Sé que será algo inolvidable. Invita tú también a Jesús y anima a otros a que lo hagan para compartir el gozo, aunque estemos en distintos lugares.

1 comentario:

Unknown dijo...

Don Rafael: donde quiera que estemos, compartimos su mesa. Paz y gozo sereno, profundo, real... Hasta siempre. Para todos ustedes, familia, amigos, lectores y relacionados...en Jesús.