domingo, 14 de diciembre de 2008

Reflexión de hoy


¿La positiva promesa de que “los humildes heredarán la tierra y disfrutarán de completa paz” es una invitación a que nos pongamos de espalda al dinero? De ninguna manera, porque todo el que está sobre la tierra requiere de dinero para solventar sus obligaciones. Sé que lo único que es peor a carecer de dinero es alejarse de Dios. El propio Dios lo sabe y por ello nos ha dado talento para sustentarnos. La promesa sólo advierte que no seamos malvados para conseguir dinero. Otras advertencias contra el amor por el dinero y la ambición están en la Biblia: “no se puede servir a Dios y al dinero”, palabras de Jesús que recoge Mateo en 6:24, mientras que en Proverbios 1:19 podemos leer la sentencia de que a los ambiciosos “su propia ambición los matará”.

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