martes, 16 de diciembre de 2008

Reflexión de hoy


Dios no es ni principio ni fin; Dios es siempre, por cuanto es eterno, algo que todos sabemos, incluyendo a aquellos que presumen de ateos. Como también sabemos que está en todas partes. Mas, parece absurdo, es en situaciones difíciles -cuando tocamos fondo y activamos todas nuestras potencialidades para emerger- que percibimos su presencia con intensidad. La razón es que a casi todos las alturas nos marean y el mareado pierde los sentidos, sin los cuales no es posible clamor alguno y las manifestaciones de amor y de fe que debemos hacer para percibir la presencia divina junto a nosotros. Así que antes que lamentarse por una situación difícil, debemos pensar que es una oportunidad de sentir al Padre al lado nuestro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

el ser humano dentro de ego tarda en reconocer lo grande que es el padre.