¿No tenemos nada que hacer frente a la cultura que rinde tributo al dinero y desvaloriza al hombre? ¿Terminaremos todos aplastados bajo el peso del dinero? ¿Continuará por siempre en aumento el ejército de los que emplean la maldad y el crimen para hacerse de dinero? La respuesta es no a todas las interrogantes. Hay una fuerza que doblega al dinero en cualquier terreno, y se llama humildad. Es un antídoto contra todas las tentaciones espurias. Dios la provee a todo aquel que dedique su vida a imitar a Jesús. Ahora vamos a leer lo que está escrito en Salmos 37(36):10: “Dentro de poco no habrá malvados; por más que los busques no volverás a encontrarlos. Pero los humildes heredarán la tierra y disfrutarán de completa paz”.
1 comentario:
Usted, don Rafael, acaba de pronunciar la palabra clave: HUMILDAD. La virtud primigenia,sin la cual no ocurre el milagro del despertar...
Bien entendida, por supuesto...porque la HUMILDAD, como decía Teresa de Avila, es la verdad!
Es DON que aceptamos y debemos cuidar siempre...Cualquier descuido nos pone a buscar protagonismos que nos arropan y desvían del llamado y misión.
Que el Señor, que nace y permanece...nos conserve en su luz y camino...Verdad y Vida.
Publicar un comentario