domingo, 21 de diciembre de 2008

Reflexión de hoy


Tras leer 1 Corintios 13:4 -donde se nos dice, entre otras cosas, que “no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta” es tener amor- queda claro que la demostración de amor que le interesa a Dios se diferencia de la que se suele practicar en la sociedad. Es mediante regalos, mientras más costosos mejor, que se expresan muchos amores terrenales, pues hemos sido inducidos por el comercio a pensar que amar tiene relación directa con regalar. Es importante saber cuánto más que de amor genuino hay de la presunción, del orgullo y de la grosera vanidad que no agradan a Dios en los regalos hechos para impresionar. Es conveniente hacer la revisión.

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