viernes, 31 de octubre de 2008

Reflexión de hoy


Cuando optamos por cumplir el propósito de Dios de que imitemos a Cristo, advertencias, consuelo y esperanza de lo que habrá de ocurrir los encontramos reiteradas veces en la Biblia. Por Ejemplo, en Hechos 14:22 se lee: “para entrar en el reino de Dios hay que sufrir muchas aflicciones”. En 1 Pedro está escrito “así como Cristo sufrió en su cuerpo, ustedes también deben estar dispuestos a sufrir” (4:1) y “no se extrañen de verse sometidos al fuego de la prueba” (4:12). Pablo en su segunda carta a los corintios les dice: “Nos persiguen… nos derriban… siempre estamos expuestos a la muerte por causa de Jesús”, 4:9-11, pero les asegura que los sufrimientos en esta tierra son nada comparados con la gloria eterna. Como vemos, no hay secretos, uno escoge.

1 comentario:

Unknown dijo...

Así es, don Rafael.
Tal vez por eso le pido siempre sus oraciones e intercesión... Créame que las necesito como el primer día, y más que nunca!
Estamos siendo venteados, no sólo por afuera...sino en lo más profundo de mi ego...tengo hasta taquicardia...y me consta que es mi rebeldía y mis resistencias. Ahora a los 65 salen todas mis manías. Dona nobis pacem!