viernes, 10 de octubre de 2008

Reflexión de hoy

Como no hay peor ciego que quien no quiere ver ni peor sordo que quien no quiere escuchar, la ciencia es extremadamente lenta para aceptar los asuntos divinos, pero no le queda más remedio que terminar aceptándolos. Cito los dos primeros párrafos de una nota que leí la pasada semana y que debió ser noticia de primera página en todos los medios:
“Los científicos de la Universidad de Oxford afirman que descubrieron una nueva forma de aliviar el dolor, basada puramente en el poder de la mente.
“Pero sólo de la mente creyente”.
Esta precisión quiere decir de aquellos que tienen fe, algo que documenta la Biblia con las curaciones hechas por Jesús hace más de 2000 años.

5 comentarios:

Unknown dijo...

No lo dudo, Don Rafael,...incluso puedo afirmarle que es precísamente el don de la FE quien nos capacita para ir más allá de nuestros criterios. Sus Caminos no son los nuestros...pero cuando El se apresta a construir "la Casa", EL mismo es puerta y piedra angular. Bendiciones y PAZ.

Briggie dijo...
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Briggie dijo...
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Briggie dijo...

Hermano mío:
En esta oportunidad, no puedo dejar de darte mi testimonio de la fe y la oración de corazón contrito.

Amo la ciencia como parte integral de la inteligencia que el Padre Celestial ha otorgado al "hombre" para distinguirlo de Sus demás criaturas, porque me considero entre los que disfrutan ver las cosas con la mente clara y lógica viviente.

Ahora,... Tengo un fortísimo testimonio de que nuestro Creador es nuestro dador de vida y de todo aquello que poseamos. Creo que hasta nuestras pruebas nos son canalizadas a Su través y para nuestra fortaleza espiritual.

Testifico que Jesucristo es nuestro Hermano defensor a través de Quien llegamos al Padre; de que nos dedica ese "ultramor" que se nos hace tan dificil entender y aceptar con dignidad, que es un Ser viviente en nuestra existencia y corazones.

Te doy mi testimonio de que tanto Jesucristo, como el Padre Celestial nos ama tan profundamente que escucha con tanta atención nuestras oraciones, que de hecho nos bendice con su respuesta en la mayoría de las veces, mucho antes de lo que esperamos verla.

Somos altamente bendecidos de saber estas cosas de lo más profundo de nuestros corazones y la respuesta está cada vez que nos convencemos de su escucha con los resultados que el mundo ajeno no logra entender y necesariamente se obliga a llamar milagros o inexplicables.

Que Dios te bendiga en familia. Gracias por el espíritu que ofreces a tus lectores

Briggie dijo...
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