jueves, 23 de octubre de 2008

Reflexión de hoy

Miles de palabras forman los idiomas, pero sólo 14 -como hemos visto, siete para cada bando- definen las virtudes y los defectos (pecados) primarios que pueden conducir a la humanidad por los caminos del bien o del mal. Desde que la religión y la moral y cívica desaparecieron del currículum de materias escolares, las virtudes han devenido en antigüedades que atesoran unos pocos. Por el contrario, la promoción apabullante hizo que los pecados pasaran de defectos a ser efectos que usa gente de todas las clases para conseguir lo necesario para “brillar” en una sociedad que impone la lujuria y la ostentación como valores supremos.

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