miércoles, 29 de octubre de 2008

Reflexión de hoy


¿Tenemos la capacidad para llegar a ser como Jesús? Aunque en nuestra hoja de vida figuren nuestras condiciones de ex pecadores y de redimidos del pecado original, ninguna de las cuales tuvo Jesús, la respuesta a la pregunta es un contundente SÍ, que se afirma en que la voluntad del Padre es que todos sus hijos imitemos a Jesús, a quien sacrificó para que, además de salvarnos, nos sirviera de paradigma. En Romanos 8:29 se lee lo siguiente: “A los que de antemano Dios había conocido (a todos nosotros), los destinó desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo fuera el mayor entre muchos hermanos”. Más claro no puede ser.

1 comentario:

Unknown dijo...

Lo cual implica que el grano de trigo caiga en tierra y produzca el fruto. El hombre viejo piensa que será transformado en Cristo. Hay que morir primero...y este proceso lo conoce El Espíritu...
Juan lo vió bien claro...por lo que, afirmando no ser el novio, añadía...es necesario que El crezca y que yo disminuya...El Misterio de Cristo, el Espíritu Santo...implica, en proceso de Puerta Estrecha, el Nacer de nuevo...