martes, 7 de octubre de 2008

Reflexión de hoy

Tanto como preocuparnos por adquirir los conocimientos académicos, los métodos y las informaciones necesarios para conducirnos con éxito en la sociedad, todos debemos ocuparnos de identificar con la mayor claridad cuáles son los dones especiales que el Padre nos entregó, para que podamos ser exitosos en la búsqueda de servirle a Jesús. Y quienes ya conocen sus dones deben preguntarse: ¿qué estoy haciendo con ellos? ¿Estoy entregándolos, como es el propósito de Dios? No olvidemos que “dando es como recibimos”, razón por la cual quienes no entregan sus dones divinos al prójimo terminan perdiéndolos, de ahí que no es raro escuchar a al alguien decir: “Dios no me ha dado nada especial”, expresión que es una falta crasa a la verdad.

1 comentario:

Unknown dijo...

Corroboro, Don Rafael. Cada persona es una nota de la Gran Sinfonía. Bienaventurado el que de manera despierta y consciente, la canta y la baila en el momento justo. No pretendiendo eternizarla. Dejando que la caravana continúe...Adelante y hacia arriba.