domingo, 26 de octubre de 2008

Reflexión de hoy

“Amaos los unos a los otros” fue el nuevo mandamiento que dio Jesús a sus discípulos en la Última Cena, el cual es sólo superado en importancia por “amar a Dios por sobre todas las cosas”, que es el primero de la tabla original recibida por Moisés. El mandamiento de Jesús es pregonado a sus fieles por todas las iglesias, pero resulta un contrasentido mayúsculo que las iglesias, todas, incentiven cumplirlo en forma discriminatoria. Es decir, que el católico ame sólo al católico, que el evangélico ame sólo al evangélico, que el testigo de Jehová ame sólo al testigo de Jehová, etcétera. Así las cosas, ninguna iglesia puede proclamar que sigue al pie de la letra las enseñanzas de Jesús, y mucho menos el ejemplo de Dios, quien ama a la humanidad completa. Se impone una revisión en las altas esferas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Cuán de acuerdo estoy, Rafael, con estas reflexiones tuyas de hoy. Expresas con ellas mis convicciones más profundas.