Reflexión de hoy

Resulta interesante hacer un conteo de las veces que durante el día pensamos en la palabra amor o la pronunciamos. Es bueno hacer eso de cuando en cuando, porque nos da una idea de la intensidad de nuestro propósito de cumplir con las leyes divinas, que se fundamentan en el amor. Un ejercicio que podemos hacer ahora, por ejemplo, es tratar de realizar un recuento de las veces que la pronunciamos en el día de ayer. Si perdemos la cuenta de las veces que la dijimos, estamos bien enfocados; pero si nos da trabajo recordar si la pronunciamos alguna vez, entonces con urgencia debemos revisarnos. No olvidemos que habla de amor aquel que siente amor, y viceversa.