jueves, 4 de septiembre de 2008

Reflexión de hoy

Desde el plano netamente humano, es posible que en algún momento cuestionemos la intangibilidad de nuestros mayores bienes. De hecho, vivimos -para poner un ejemplo- tratando de materializar el amor con la entrega de pequeños o grandes regalos, que son aceptados por el recipiente como muestra del amor de quien lo entrega. Regalar en fechas especiales se ha hecho cultura, pero nadie se atreve a decir que el regalo más costoso es el continente del mayor amor, porque el amor es intangible, dispuesto así por el Padre para que el más pobre disponga de tanto amor como el más rico; para que sea imposible comprarlo, por más que muchos lo intenten; para que solamente se sienta y se disfrute a plenitud cuando sale del Espíritu.

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