sábado, 27 de septiembre de 2008

Reflexión de hoy

Sólo cuando se entrega, el amor es amor. De amar, sólo se debe hablar después de entregar, pues nunca existió el amor que no se entregó. Sólo después de realmente habernos entregado a Jesús, debemos hablar de nuestro amor a Él; sólo así, nuestras palabras se percibirán como sinceras, porque en realidad lo son. Y entregarnos a Jesús es fundar en el amor todas nuestras actuaciones, porque, como se lee en Romanos 13:10, “en el amor se cumple perfectamente la ley”, y es cumpliendo la ley como nos entregamos a Jesús.

No hay comentarios: