lunes, 1 de septiembre de 2008

Reflexión de hoy

Contrario a la materia, que se agota por el uso, los sentimientos progresan, se aumentan. Es que son polos opuestos: tangible la primera e intangibles los segundos. El Creador, que no se equivoca, y basó el equilibrio universal en la intervención de dos fuerzas contrarias, hizo que nuestros bienes más importantes para vivir sean intangibles, para que los usemos a nuestra entera discreción, y, además, para que nadie pueda robárnoslo, y viceversa. El mejor ejemplo, porque casi podemos tocarlo, es el aire; sin el aire sólo pocos segundos podemos vivir. A sabiendas de eso, Dios dispuso que fuera intangible, para que a nadie se le ocurriera acapararlo en perjuicio de los demás. Los otros grandes valores los alojó en el Espíritu, de donde fluyen inagotables cuando obramos bien.

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