lunes, 22 de septiembre de 2008

Reflexión de hoy

Justo detrás de la peor pobreza se encuentra la mayor riqueza. No es extraño, millones podemos testimoniarlo. Así ocurre porque la ausencia de lo material hace más fácil el fluir de lo espiritual; cuando va mal la economía hay que hacer acopio de sabiduría. Y la sabiduría conduce a la búsqueda del amparo de Dios, el cual obtenemos a través de Jesucristo, pues el Padre Todopoderoso "sometió todas las cosas bajo los pies de Cristo... Y Cristo es la plenitud de todas las cosas". (Efesios 1:22-23). Con el amparo de Dios, podemos mover al mundo en nuestro favor. No dudemos.

No hay comentarios: