Si nos preguntan, todos responderemos que hubiésemos preferido acercarnos a Dios antes de que las tribulaciones hicieran aparición en nuestra vida. Estamos claros en que Él no provoca las tribulaciones, aunque permite que ocurran cuando optamos por alejarnos, y luego las aprovecha para volver a darnos su amparo. Si reflexionamos, nos damos cuenta de que Dios no dejó de llamarnos cuando nos alejábamos, pero nos hicimos los sordos, los chivos-locos o, tal vez, estábamos realmente entretenidos o intoxicados por los vapores del fuego de la pecaminosidad que tiene en ascuas a una sociedad que genera tribulación, y luego descarta sin contemplaciones a los atribulados, a quienes el Padre siempre acoge porque somos sus hijos.
1 comentario:
Cuán cierto, don Rafael. Todos hablamos de que el 2009 va a ser un año difícil y de "vacas flacas", no obstante el mundo prepara la cena y los deleites navideños sin preveer el "sunami" que se avecina el próximo año. Pendientes de los horarios de bebederas, jugaderas de dómino...y festejos, como si fueran otra "navidad" folklórica de pasteles en hoja, moros de frijoles negros y puerquitos en puya. No faltarán las "frías" por lo que un pueblo dormido y borracho pobremente enfrentará los discursos de todos los políticos y guías religiosos, sin excepción. Uno mismo, en lo profundo, dice una cosa y vive, a medias, otra. El silencio y la oración profunda nos abre espacios desconocidos para que El Señor vaya manifestando y obrando a SU MANERA. Por supuesto a EL no se le engaña en absoluto. Y nos sigue buscando e invitando a cada instante.
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