sábado, 29 de noviembre de 2008

Reflexión de hoy


¿Es posible encontrar alegría en medio de tribulaciones? Sin duda que sí. En el mismo instante en que pensamos que Dios se vale de las tribulaciones para llamarnos a capítulo, para provocar que nos acerquemos a Él, surge una repentina alegría de la cual debemos prendernos con uñas y dientes para que no se escape, porque hará las veces de un flotador en el centro de un mar agitado. Ese destello de alegría es el que nos sacará de la oscuridad de cualquier tristeza. Saber que Dios quiere acercarnos a Él y fijar el concepto, dando gracias por lo que está ocurriendo en nuestra vida, nos conduce sin escala a un plano superior de aceptación y confianza en que, con su guía, saldremos bien de cualquier situación difícil.

1 comentario:

Unknown dijo...

Por supuesto es un gozo de otro orden...porque cuando estoy experimentando, como parte de mi cruz u oración de intercesión, dolores físicos, en piernas y coyunturas, si bien mantengo la intención y la invocación con entrega, la alegría se me esconde por muchos momentos...como en el huerto! Pero entiendo y corrobo lo que nos afirmas, porque -en la cotidianidad- es así: El Señor sabe cuándo retira sus consuelos.