Padre, ven en mi ayuda. Tú conoces mis necesidades; líbrame de ellas, una vez más. No hay que dar muchas vueltas, dicho con toda la fe, la respuesta al llamado no se hará esperar. A Dios le agradan nuestras peticiones y le complace dar su ayuda al hijo en problemas. Si nosotros somos capaces, sin pensarlo dos veces, de reaccionar e ir en ayuda de alguien que hizo un llamado de auxilio intempestivo, no debemos dudar de la reacción inmediata del Padre ante el hijo que clama.
lunes, 28 de julio de 2008
Reflexión de hoy
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