sábado, 12 de julio de 2008
Reflexión de hoy
Señor, gracias, porque cada mañana me llenas de Gracia al darte gracias porque puedo ver el vuelo de un ave y escuchar su canto, tocar las plantas y disfrutar aromas, saborear el agua y orar. Es el festejo de los sentidos que al llegar la mañana advierten tu presencia en todo. Te alabo y te alabaré siempre, Padre, porque ya te entendí y sé cómo debo empezar a vivir cada día. Ahora, enséñame a permanecer festejando -en cualquier lugar- hasta la hora de acostarme.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario