Aaah… La felicidad. Es extraordinaria cuando viene a nosotros espontáneamente, en lo que llamamos un “golpe de suerte”, entre comillas porque si nos podemos a ver los “golpes de suerte” se corresponden con peticiones hechas en nuestro tiempo que Dios complace en el suyo. Pero igualmente extraordinaria es, vale tenerlo siempre presente, la felicidad producto de las pequeñas decisiones que tomamos a diario entre amar u odiar, reir o llorar, entre alabar o lamentar, entre orar o blasfemar, entre contemplar o ignorar, entre bendecir o maldecir… Las decisiones son infinitas.
martes, 8 de julio de 2008
Reflexión de hoy
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario