Así como hay palabras que debemos eliminar de nuestro vocabulario hay otras que debemos usar en cualquier circunstancia. Una de ellas, la principal, es bendecir, en todas sus acepciones. Dar bendiciones al Padre por lo que nos da y nos quita, pedir bendiciones a Dios por y para todos los que de alguna manera influyen en nosotros o nosotros influimos sobre ellos es un ejercicio de vida regocijante y gratificador. Bendecir es la clave para alcanzar la fe y el amor en su nivel más puro.
sábado, 19 de julio de 2008
Reflexión de hoy
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