sábado, 5 de julio de 2008

Reflexión de hoy

No hay sed que Dios no pueda saciar.

No hay apetito que Dios no pueda satisfacer.

No hay necesidad que Dios no pueda solventar.

No hay mal que Dios no pueda curar.

No hay deseo que Dios no pueda cumplir.

Si Dios sacia, satisface, solventa, cura y cumple es ser tonto alejarse de su presencia.

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