jueves, 26 de febrero de 2009

Reflexión de hoy

Las injurias al Padre pueden explicarse en la realidad de que, como bien lo dice Pablo en su Carta a los Romanos no hay nada bueno en la naturaleza del hombre pecador. Lo que tenemos de bondad está en nuestro Espíritu, y estos son tiempos difíciles, muy difíciles para el Espíritu. Actuar desde el Espíritu es ir todo el tiempo contra la corriente, y no cualquier corriente, porque se trata de la que prácticamente ha arrasado con todos los valores morales, abriéndole un amplio cauce a la corrupción de todo género que ha permeado a una sociedad que ofende a Dios mientras se inclina ante aquellos que hacen crecer fortunas abonadas con sangre y sudor ajenos.

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