jueves, 5 de febrero de 2009

Reflexión de hoy


Una vez que somos adultos que “razonamos”, el miedo y el interés se convierten -ocurre con la mayoría- en los grandes opositores del amor, los cuales no permiten que el sentimiento puro fluya libremente desde nuestro interior hacia el mundo. Miedo al desengaño, miedo a perder y miedo al rechazo son sólo tres de la lista de temores a vencer por el amor que pulsa por exteriorizarse, que también debe despejar nuestra inclinación a ser recompensado. No es fácil la lucha entre el amor espiritual y la razón humana, porque ésta teme y busca, así sólo sea equidad, y aquél sólo aspira a manifestarse con alma de niño, sin miedo ni apetencia.

No hay comentarios: