jueves, 19 de febrero de 2009

Reflexión de hoy


¿Y qué se puede hacer frente a un ateo? De entrada, no discutir con él, teniendo en cuenta que vive atrapado en su infierno íntimo y que padece de cobardía ante el poder terrenal y está entregado a éste. No rechazarlo y al mismo tiempo, para que lo conozca, mostrarle el amor-mandamiento de Jesús que no distingue entre amigo o enemigo. Sin estridencia, pedir a Dios su bendición para el ateo, y en silencio compadecerlo porque, obviamente, no conoce el amor, pues Dios es el amor y él niega su existencia.

1 comentario:

Unknown dijo...

Don Rafael: ya yo trato de no discutir ni siquiera conmigo mismo...Es tiempo perdido, porque la razón de las discusiones es la polémica en sí, que es gasto inútil de energías. Cuando la otra persona constata que no hay "reacción" de nuestra parte, baja defensas y, se escucha a sí misma...y tarde o temprano, apunta para otro lado, o entrega armas...Si nos sigue observando, verá nuestra sonrisa y nuestra mirada amiga. Que Dios nos sostenga y mantenga relajaditos y relajantes...El mundo también necesita su "relajito"...