viernes, 20 de febrero de 2009

Reflexión de hoy


El caso de Alex Rodríguez sirve para demostrar que alejarse de Dios es lo único que es peor que las necesidades egolátricas, pero la sociedad es una verdadera fábrica de creación de estas necesidades -eufemísticamente conocidas como metas- que al alcanzarlas se tornan en momentánea satisfacción para el ego insaciable. Así que A-Rod, con un contrato de $252 millones en sus manos, sintió la necesidad de que “tenía que lucir bien a diario” y no lo pensó dos veces para recurrir a los esteroides para satisfacer su necesidad, ignorando que desde el primer pinchazo se impuso la meta que no lograría, la de mentir para siempre.

2 comentarios:

Unknown dijo...

...Y uno, que ha sido joven y ha experimentado las tentaciones y presiones de los grupos, comprende que somos bien vulnerables con eso de la lujuria, la vanidad y todas las Madonnas de las diversas etapas. Dios nos libre, porque, al menos yo, pienso en todas las cunetas y errores del pasado. Por suerte, Dios levanta cada vez, y aceptamos su perdón 70 veces siete. Tengo 65 y piquito...y aún "sudo" como mi tocayo A.

Anónimo dijo...

Todas esas atrocidades nos alejan de Dios. La adiccion a cosas como la que hizo Alex es un veneno, que puede poseernos, y antes de saberlo, nos convertimos en algo que nos aleja de las leyes del Creador