miércoles, 18 de febrero de 2009
Reflexión de hoy
El ateo con ínfula de intelectual es persona soberbia y petulante que se regodea al poner -así lo entiende él- en “apuros” a los creyentes intuitivos cuando desbarra a diestra y siniestra ante un grupo con rebuscados conceptos que considera “demostrativos” de la inexistencia de Dios. El ateo con ínfula de intelectual es persona desafiante que no disimula su menosprecio a quienes considera por debajo de él en la escala social. Se siente con poder, porque vive cuestionando la existencia de Dios con sus palabras y actuaciones, y nada le ocurre a la vista de los demás, aunque se consume en su infierno íntimo.
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