martes, 29 de enero de 2013

Mantenme alerta



Lo peor de un corazón podrido, corrompido por la iniquidad, no es que esté podrido. Lo más terrible es que así es como funciona perfecto para la supervivencia del ego que está en la perversión hundido. Gracia, Padre, en el nombre de Jesús, por mantenerme alerta.

No hay comentarios: