sábado, 12 de enero de 2013

Acepto o ignoro



No puedo añadir ni mucho menos quitar nada a la dimensión divina, pero puedo aceptarla como infinita para mi beneficio o percibirla pequeña e ignorarla para mi perjuicio. Validar o descartar lo infinito es decidir mi suerte en el tránsito terreno, es justificar el libre albedrío, base del raciocinio humano y privilegio otorgado por el Padre para que cada quien asuma la responsabilidad de demarcarse como individuo. Gracias, Jesús, por entregarme la reflexión.

No hay comentarios: