lunes, 25 de mayo de 2009
Reflexión de hoy
Vivir para crearse necesidades mundanas es necedad, es vivir neciamente, es ser necio. Y el necio es ignorante, imprudente, terco, presuntuoso, proclive a la ambición sin límite, por consiguiente a devorarse a sí mismo, porque “tal es el final de los ambiciosos: su propia ambición los mata” (Proverbios 1:19). Pongámonos en paz con Dios, para darle la potestad de administrar nuestras necesidades mundanas.
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1 comentario:
Dios nos libre, don Rafael, porque a la verdad que me asusta el nivel de ambición desmedida -GREED-, esa avidez que capto por dinero, fama, poder, placeres...Que, ni llevan a la felicidad y, por otro lado no tienen salida.
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