sábado, 23 de mayo de 2009

Reflexión de hoy


Si no es posible ir hasta el bosque para vaciar la mente, al menos debemos imaginarlo cuando logremos algún instante de silencio para dejar que el pensamiento transite libre y nos recuerde que la naturaleza es el bálsamo legado por Dios a la humanidad para curar todas las heridas; es la fuente del pan nuestro de cada día; es calmante sin efectos colaterales. Es inspiración y testimonio fehaciente de que el mundo fue muy bien pensado antes de ser creado.

1 comentario:

Unknown dijo...

Así trato, don Rafael, en medio del ruido que me rodea en la oficina...caigo en cuenta de que mi cansancio es -en parte- la lucha interior para poder concentrarme en la tarea asignada...Hago una especie de paréntesis, observo mi postura corporal, relajo el burrito de carga y cargo, veo la respiración tomar su ritmo natural mientras mi vientre se expande, sonrío...hasta el prudente retorno al laboro...Ora et Labora, como antaño proclamaba Benito el monje de la Regula...en el siglo IV en la Europa, aún por gestar...