Reflexión de hoy

La verdad la tenemos todos, y la mentira también. Toca a cada quien actuar con apego a una u otra, para ello fuimos dotados con el libre albedrío. Regirse por la verdad, es avanzar por el camino de la conversión desde el interior. La señal para saber si se va por el buen camino la ofrece la mirada diaria que se le debe dar al interior: si no produce horror lo que se alcanza a ver, vamos bien. En otras palabras, cuando se está cómodo a plenitud con la conciencia, cuando su examen cotidiano produce alegría, vamos bien.