“Amar a quien no te quiere no es fácil, pero te aseguro que es el primer paso que indica que quieres a Jesús nuestro señor…”. Le doy todo el crédito a esa expresión que acaparó mi atención desde que me llegó por el correo electrónico. No creo que exista una forma más real y efectiva de demostrarle a Jesús que se le ama si, en su nombre, amamos a nuestros enemigos. Los jerarcas de las distintas iglesias deberían hacer suya esa enunciación, cuyo autor no conozco, porque nos haría mucho bien a todos que nos prediquen con el ejemplo. Para Jesús es más importante que haya amor entre nosotros que le amemos a Él directamente, por eso su mandamiento fue claro: “amaos los unos a los otros”.
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