domingo, 24 de agosto de 2008

Reflexión de hoy

La humanidad decidió dividirse en naciones, grupos y familias. Razas, culturas e idiomas múltiples nos separan como entes físicos. Sin embargo, como Dios no deja nada fundamental al azar, las transmisiones de las manifestaciones del Espíritu son las mismas en cualquier rincón del mundo. Por ejemplo, el gozo espiritual se manifiesta claramente con una sonrisa espontánea. El Padre nos envió al mundo con esa herramienta de la comunicación definida. Para que no haya dudas de que así lo dispuso, las primeras sonrisas de un recién nacido se producen cuando se queda plácidamente dormido y empieza a “soñar con los angelitos”.

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