sábado, 23 de agosto de 2008

Reflexión de hoy

Nada ocurre por azar. Todo responde al plan de Dios, quien estableció los patrones de supervivencia para toda su creación con la minuciosidad que sólo Él puede lograr, con detallitos tan pequeños que pueden pasar desapercibidos, aunque su importancia es inmensa. Un instante de observación en la naturaleza es suficiente para comprobar la pauta divina para facilitarnos la vida. Observando hojas de plantas distintas, encontramos diseños diferentes, pero su estructura es la misma: una red nerviosa, completamente interconectada, por donde circula la savia que les da vida a ellas, y a NOSOTROS. ¿Acaso no son las hojas las que nos entregan a diario el oxígeno purificado? Está claro que Dios quería sincronía perfecta en tan importante entrega para todos por igual, y se aseguró de evitar el capricho humano en la vital función.

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