Reflexión de hoy

Padre, te entrego mis ojos; haz que ellos miren lo que Tú consideres mejor, como siempre ha debido ser, para que yo pueda verte reflejado en toda tu obra y en mis congéneres. Padre, te entrego mis oídos; haz que ellos escuchen tus palabras y que además se deleiten con los sonidos armoniosos de la naturaleza. Padre, te entrego mi boca; haz que de ella sólo broten palabras de estímulo o de oración. Padre, me entrego a Ti íntegramente; Haz de este cuerpo no sólo el templo de tu Espíritu sino una entidad útil para Tu obra, como siempre ha debido ser.