lunes, 3 de agosto de 2009
Reflexión de hoy
Sabiduría, discernimiento, amor, paz, fe; amor, paz, fe, sabiduría, discernimiento; fe, paz… el orden en que se coloquen no tiene la menor importancia porque esas riquezas espirituales son secuenciales. Cualquiera de ellas que aflore desde nuestro hondón provocará que se manifiesten las demás. Vivir en paz conduce al amor, el amor a la fe, la fe a la sabiduría, la sabiduría al discernimiento. Si se invierte el orden, empezar a discernir es ganar sabiduría; el sabio es hombre de fe; el fervoroso ama y amar es paz.
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