sábado, 25 de abril de 2009

Reflexión de hoy


¡Qué bueno es recibir una llamada de los amigos cuando están de fiesta! Anoche recibimos una y se disparó la alegría en nuestro hogar. Es sublime la sensación que produce conocer que nos ponen presentes estando ausentes. Hay que dar gracias extraordinarias cada vez que la familia que escogimos siendo adultos nos sorprende con un “hey, ustedes están aquí, aunque estén allá”. Esto me lleva a pensar en cómo se sentirá Jesús con nosotros cada vez que lo mencionamos en medio de nuestras alegrías.

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